Añade los huevos, el azúcar, la pizca de sal y el aceite. Mezclar hasta que los ingredientes estén bien integrados.
Incorporar la harina poco a poco mientras se mezcla con una cuchara o espátula hasta formar una masa homogénea.
Pasar la masa a una superficie limpia y amasar durante 8-10 minutos hasta obtener una textura lisa y elástica.
Cubrir la masa con un paño limpio y dejar reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.
2. Formar los croissantsUna vez que la masa haya crecido, divídala en varios trozos de tamaño similar.
Tomar cada trozo y formar pequeñas bolas de masa.
Cubrir las bolas con un paño y dejar reposar durante 10-15 minutos para que se relajen.
Estirar cada bola de masa con un rodillo formando discos delgados de tamaño similar.
Untar cada disco con mantequilla derretida y apilar uno sobre otro hasta completar la cantidad deseada.
Cubrir la pila de discos y dejar reposar por 15 minutos más.
3. Dar forma a los croissants
Estirar la pila de discos con un rodillo hasta formar un gran círculo de masa fina.
Cortar el círculo en triángulos del tamaño deseado.
Colocar unas pocas pepitas de chocolate en la base de cada triángulo (opcional).
Enrollar cada triángulo desde la base hasta la punta, formando la clásica forma de medialuna.
Colocar los croissants en una bandeja para horno con papel manteca, dejando espacio entre ellos.
4. Hornear
Cubrir los croissants con un paño y dejarlos reposar durante 20-30 minutos para que vuelvan a crecer.
Precalentar el horno a 180°C.
Opcionalmente, pincelar los croissants con huevo batido para un acabado más dorado y brillante y añade Almendras.
Hornear durante 25-30 minutos o hasta que estén dorados.
Retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
¡Listo! Ahora puedes disfrutar de unos deliciosos croissants caseros.